Para un viaje natural a la tierra de los árboles y el agua, diríjase a las Terres de Corrèze. Paisajes XXL que prometen un regreso a nuestras raíces, aire puro y una reconexión con lo esencial.
Viaje a través de los recuerdos en las Terres de Corrèze. Estos pueblos emblemáticos, joyas del patrimonio de Corrèze, nos transportan al pasado.
Para unas vacaciones con sabor a infancia, diríjase a las Terres de Corrèze. Una ubicación ideal en el centro de Francia, con preciosos alojamientos para familias y amigos.
Vista aérea del macizo de los Monédières
Una llamada a todos los urbanitas que quieren ser ecológicos y elegir el ritmo de sus vacaciones. En modo tranquilo, con momentos de ociosidad para disfrutar de la relajante calma del campo. En modo activo, para probar las numerosas, variadas y originales actividades culturales y deportivas.


Des Terres 100 % naturaleza y deportes
Un soplo de aire fresco garantizado en un entorno natural sin límites, desde el Parque Natural Regional de Millevaches hasta el valle del Vézère.
Un destino ideal para los amantes de las actividades al aire libre: parapente, senderismo, piragüismo, trail running, paseos en burro, bicicleta de montaña, pesca, arborismo, disc golf, futbolín humano, equitación, globo aerostático...


Tierra de historia y leyendas
Pueblos de encanto intemporal invitan a pasear por calles empedradas bordeadas de imponentes mansiones. La arquitectura refleja el esplendor de antaño, y las piedras nos cuentan algunos secretos de la historia.
Del Románico al Renacimiento, de lo medieval a lo contemporáneo, se sorprenderá con todas estas pepitas.



Tierra de reencuentros
La región de Terres de Corrèze desprende el dulce sabor de la infancia, perfecta para unas vacaciones en familia. Fácilmente accesible desde todos los rincones de Francia, nos encanta este destino de ensueño que reúne a familiares y amigos. Lejos del ajetreo y el bullicio, puede tomarse el tiempo necesario para reunirse y volver a centrarse en lo importante.



Tierra de sabores y manjares
En Corrèze, nuestro terruño es una oda a la convivencia. La cocina, elaborada con productos locales, es tan tradicional como creativa.
Tortilla de porcini, filete de ternera de Limousin, magret de pato ahumado con foie gras, trucha, paté de patata, cabeza de ternera, frambuesas, arándanos, dorada de Limousin DOP, vino local, cervezas artesanales y agua mineral de Treignac son sólo algunos ejemplos de nuestros tesoros gastronómicos.

